BLOG PERIODÍSTICO Y CULTURAL CENTRADO, FUNDAMENTALMENTE, EN LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS DE OPINIÓN SOBRE TEMAS DE ACTUALIDAD ELABORADOS POR MARIA PEREZ UBIERA.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Los 'héroes de Fukushima', Príncipe de Asturias de la Concordia 2011

Según informa la página web de la Fundación Príncipe de Asturias http://www.fpa.es/, los "héroes de Fukusima" han sido los galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011, por representar los valores más elevados de la condición humana, al tratar de evitar con su sacrificio que el desastre nuclear provocado por el tsunami que asoló Japón el 11 de marzo de 2011, multiplicara sus efectos devastadores, olvidando las graves consecuencias que esta decisión tendría sobre sus vidas. Su valeroso y ejemplar comportamiento los ha hecho merecedores del calificativo internacional de “héroes de Fukushima”.
A pesar de la gran incertidumbre sobre el desarrollo de la emergencia nuclear, los distintos colectivos que trabajaron durante semanas en Fukushima lo hicieron en condiciones extremas. Por ello, muchos trabajadores desarrollaron patologías crónicas como arritmia e hiperventilación. A pesar de estas graves consecuencias, continuaron participando en las labores para recobrar el control de la central nuclear, conscientes de lo imprescindible de su trabajo para evitar una catástrofe de magnitudes mayores.
Las tareas fueron desarrolladas por tres grupos de personas: empleados de la Tokyo Electric Power Company (TEPCO), operadora de la central; de sus 130 operarios, 50 se presentaron voluntarios, así como algunos trabajadores ya jubilados o próximos a la jubilación y, tras aumentar las rotaciones y las necesidades de personal, se contrató personal adicional (a 3 de mayo, ya habían intervenido en Fukushima 1.312 operarios); bomberos, procedentes de varias prefecturas, especialmente de Tokio, que participaron en las labores de enfriamiento de los reactores, labor fundamental para restablecer el control sobre la central; y Fuerzas Armadas de Japón, cuyo trabajo de enfriamiento lanzando agua desde helicópteros, de inspección desde el aire de los daños, de acordonamiento de la zona de exclusión y de evacuación de la población en los momentos en que los reactores emitían dosis muy altas de radiación, fue muy importante.
El comportamiento de estas personas ha encarnado también los valores más arraigados en la sociedad japonesa, como son el sentido del deber, el sacrificio personal y familiar en aras del bien común, la dignidad ante la adversidad, la humildad, la generosidad y la valentía.
Los Premios Príncipe de Asturias están destinados a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Dentro de este espíritu, podrán ser candidatos al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia aquellos “cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad, o que haya abierto nuevos horizontes al conocimiento o se haya destacado, también de manera extraordinaria, en la conservación y protección del patrimonio de la Humanidad”.

ACTA DEL JURADO

Premios Príncipe de Asturias

Concordia

Reunido en Oviedo el Jurado del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011, (...), decide conceder el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011 a la candidatura presentada como “Héroes de Fukushima”. El jurado ha valorado la respuesta serena y abnegada del conjunto de la sociedad japonesa desde los sucesos de marzo de 2011, que tuvo su más alta expresión en los grupos de personas que, llevando esa abnegación a un grado heroico, pusieron en riesgo la propia vida al afrontar en la central siniestrada y su entorno las tareas que evitaron una tragedia humana y ambiental de mayores dimensiones, dando al mundo un ejemplo de coraje ante la adversidad, sentido del deber, defensa del bien común y conciencia cívica.

Oviedo, 7 de septiembre de 2011