Estoy escuchando la radio. Hablan del Día del Libro. Concretamente de la necesidad de incentivar el hábito de la lectura en los niños, proponiendo, para el logro de tal fin, que se escriban libros adaptados para ellos, evitando así que 'se vean obligados a leer LADRILLOS'.
Lo prometo, palabras literales de la locutora, quien, en el transcurso de la entrevista, le apunta al invitado, como ejemplo de libros-ladrillo, 'El Quijote' añadiendo que "hacer, ¡ahora!, una segunda lectura sería necesario..."
¿Qué?, perdona ¿he oído bien?, ¿una segunda lectura del Quijote sería necesaria? No, ¿en serio?... ¿Una segunda lectura del Quijote sería necesaria?
¿Qué me estás diciendo? ¿Sólo has leído el Quijote una vez, en el colegio y obligada? ¿Sólo has leído el Quijote una vez, y se te hizo duro?...
Repito, ¿de qué me hablas? No puedo creer lo que estoy oyendo ¿sólo... has leído... una vez...? Y ¿se te hizo duro?... Lo siento, de verdad que lo siento. Y, desde mi modesto punto de vista considero que estás totalmente deslegitimada para aconsejar nada sobre hábitos de lectura... Sigo flipando.
Doce años tenía yo cuando leí por primera vez el Quijote. Lo leí porque quise, por decisión propia. Todo el mundo, cuando me veía con el libro me decía cosas como: '¿El Quijote? ¡Qué rollo! ¡Vaya aburrimiento! ¡Ya tienes ganas! ¿El Quijote?' Por eso me enfrenté a las primeras páginas del mismo con cierto escepticismo, convencida de que me iba a aburrir un montón, y que tendría que hacer un gran esfuerzo para leerlo. 'Esfuerzo' que decidí asumir, porque era un clásico y me sentí en la obligacion moral de leerlo, en virtud de mi cualidad de lectora avezada.
De modo que, durante dos o tres días, lo fuí leyendo poco a poco, poquitas páginas, mientras lo alternaba con la lectura de otros libros y, así, con la lectura de cada línea, de cada página, de cada capítulo me iba enganchando más.
En aquel momento me di cuenta de que era el mejor libro que había leído hasta entonces. El mejor con diferencia. Disfruté de aquella lectura como la enana que era, y a todo el que me preguntaba le decía lo mismo: ¿'El Quijote'? ¡Genial! Lo tiene todo: es irónico, sarcástico, divertido, bastante más realista de lo que pudiera parecer en principio.
No creo que haya leído ningún libro que me haya hecho reír más, hasta el punto de que, a veces, en mitad de la lectura, tenía que cerrarlo, porque la narración me provocaba tal carcajada, que me era imposible continuar leyendo.
Pero no sólo me reí, también lloré, lloré muchísimo, porque plasma de forma tan diáfana la crueldad humana que es imposible no hacerlo. Es imposible no apiadarse de aquel pobre hombre que, pese a ser mucho más inteligente y sensible que la mayoría de quienes le rodeaban, por culpa de su enfermedad mental acabó convirtiéndose en el objeto de mofa y escarnio preferido de buena parte de los personajes de la obra. No pude evitar llorar viendo las injusticias y humillaciones a las que también se vió sometido Sancho, quien al contrario que su amo, no era más que un hombre simple, inculto, confiado... que no quiso poner en duda las 'majaderías' de su señor, por no menospreciar el rango del mismo y su presunta lucidez mental...
Disfruté tanto con aquella primera lectura del Quijote que decidí hacerle un hueco permanente en mi mesita de noche. Lo convertí en uno de mis libros de cabecera, leyéndolo una y otra vez, alternando su lectura con la de 'los otros libros'.
Me encanta El Quijote... Sí, ya sé que suena a tópico, pero la diferencia entre yo y otros seres humanos es que yo sí lo he leído, yo sí lo he disfrutado, yo sí lo tengo viejo de leerlo, releerlo, subrayarlo, anotar en sus páginas las reflexiones que me surgen con su lectura.
Me gusta el Quijote, sí, ¿y qué? Al fin y al cabo estar a la cabeza del listado de libros imprescindibles de la literatura universal no es un hito que pueda alcanzar cualquier novelita barata. Algo tendrá el Quijote... ¡Qué pena que no todos lo puedan ver!
2 comentarios:
Buenos días María.
... no sé quñe decirte... a mí como a ti El Quijote es uno de los libros que más me gusta... y como tú no lo he leido una vez sino varias... y de vez en cuando lo ojeo porque me relaja y reconforta ver cómo este mundo sigue siendo el mismo...
Besitos y feliz lectura. Nieves.
Cierto. Es increíble comprobar que cuatrocientos años después...'la vida sigue igual'...ES LO QUE TIENEN LOS VALORES UNIVERSALES... Y NUESTRA IMPERFECTA CONDICIÓN HUMANA
Publicar un comentario