He de confesar mi especial debilidad por este poeta. Las razones son varias, aunque trataré de condensarlas.
Bécquer fue mi primer acercamiento a la poesía culta. Hasta ese momento, cuando contaba con unos 8 años de edad, pese a ser una apasionada de la lectura, entre la que incluía la poesía, solía leer poesía para niños: Gloria Fuertes...y poesía popular: Romancero, poemas religiosos...,pero el día en que cumplí los 8 años, mi madre me regaló las "Rimas", de Bécquer, y con ello me abrió todo un universo nuevo dentro de la poesía.
Al principio no me gustó demasiado, puesto que estaba acostumbrada a leer poemas cuya característica principal era el uso continuo de la rima, llegando muchos de ellos a ser sumamente ripiosos, y el estilo de Bécquer, en aquel momento, se escapaba de mis preferencias estetico-poéticas.
Hasta que descubrí un par de poemas cortos que me engancharon, después vinieron "las golondrinas" y "siempre habrá poesía"...y, poco a poco, Bécquer se convirtió en uno de mis libros de cabecera. Sigue siéndolo. La calidad de la breve obra de Becquer, la contundencia y rotundidad con que transmite sus pensamientos, ideas y sentimientos es única, inigualable. ¡Qué gran pérdida para letras supuso su prematura muerte! En mi opinión.
Subscribo la frase de Carles Francino: "A los periodistas nos gusta ver lo que no quieren que veamos,nos gusta estar donde no quieren que estemos", y añado:"Nos gusta contar lo que no quieren que contemos". María Pérez Ubiera.
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