Un día antes de que comenzase el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, me enteré de la triste noticia de la muerte de una bisnieta de Mandela, razón por la que el líder sudafricano no acudiría a buena parte de los actos preparados para la ocasión. Sentí un gran dolor, y me puse a reflexionar sobre la amarga vida de este hombre.
Toda su vida ha sido una lucha, primero contra la irracionalidad del apartheid, que le llevó a pasar buena parte de su vida en la cárcel. Una vez superada esta etapa, y alcanzada la libertad, comenzó su lucha política hasta hacerse con la presidencia de su país y continuar dando pasos hacia la integración de la sociedad negra en los mecanismos del país, y la normalización de una convivencia igualitaria entre blancos y negros.
Después de tanta lucha, le llegó el reconocimiento mundial, sus días de vino y rosas. Pudo ver cómo era premiado y apreciado en todo el planeta. Ha podido ver cómo su país va dando pequeños pasos hacia un desarrollo más equitativo entre los distintos sectores poblacionales. Ha conseguido hacer realidad el sueño del Mundial que significa un apoyo internacional, una apuesta de todos los países del planeta por Sudáfrica, un voto de confianza hacia un país que ha sufrido mucho. Pero incluso en un momentos como éste, en el que todo debería ser alegría y celebraciones, la vida le ha jugado la mala pasada de darle un duro golpe, una puñalada trapera que, en un hombre de su edad, por mucho que esté dotado de la fortaleza de los supervivientes,
puede tener consecuencias fatídicas.
Creo que ahora, más que nunca, TODOS SOMOS MANDELA.
Toda su vida ha sido una lucha, primero contra la irracionalidad del apartheid, que le llevó a pasar buena parte de su vida en la cárcel. Una vez superada esta etapa, y alcanzada la libertad, comenzó su lucha política hasta hacerse con la presidencia de su país y continuar dando pasos hacia la integración de la sociedad negra en los mecanismos del país, y la normalización de una convivencia igualitaria entre blancos y negros.
Después de tanta lucha, le llegó el reconocimiento mundial, sus días de vino y rosas. Pudo ver cómo era premiado y apreciado en todo el planeta. Ha podido ver cómo su país va dando pequeños pasos hacia un desarrollo más equitativo entre los distintos sectores poblacionales. Ha conseguido hacer realidad el sueño del Mundial que significa un apoyo internacional, una apuesta de todos los países del planeta por Sudáfrica, un voto de confianza hacia un país que ha sufrido mucho. Pero incluso en un momentos como éste, en el que todo debería ser alegría y celebraciones, la vida le ha jugado la mala pasada de darle un duro golpe, una puñalada trapera que, en un hombre de su edad, por mucho que esté dotado de la fortaleza de los supervivientes,
puede tener consecuencias fatídicas.
Creo que ahora, más que nunca, TODOS SOMOS MANDELA.
2 comentarios:
Hola soy un cuacareño o perdonao en el exilio, acabo de encontrar este blog y el otro que tienes y me han parecido muy interesante los dos, solamente mandarte un saludo desde el exilio exterior y que no interior. Y una cosa mas publica si puedes los blogs que conozcas de cuacos o de otros cuacareños.
Sin mas un saludo solidario.
¡Hola cuacareño en el exilio!
Creo que la actividad bloguera en Cuacos no es muy amplia, pero mi otro blog VIVIR EN CUACOS y el blog de J.M.García MIS HISTORIAS Y CUACOS DE YUSTE, esán recogidos en este blog, y se enlaza directamente. Además José María tiene enlaces a otros de los pocos blogs relacionados con el pueblo.
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