No puedo con él. Cada comentario que hace, cada iniciativa política o jurídica que toma, cada uno de sus gestos, actos y palabras son suficientes como para que me dé cuenta de que, afortunadamente, la mayoría de la gente no se parece mucho a Berlusconi. ¡Apañados estaríamos!:
-"Él es blanco", ha dicho, "aunque Obama es más guapo". Si la diferencia entre ambos sólo fuese una cuestión de belleza, la cosa no estaría muy mal, pero creo que no es necesario añadir nada a este texto. Berlusconi habla por sí sólo, y sus palabras "no dicen nada, pero lo dicen todo", que diría aquél.
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