BLOG PERIODÍSTICO Y CULTURAL CENTRADO, FUNDAMENTALMENTE, EN LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS DE OPINIÓN SOBRE TEMAS DE ACTUALIDAD ELABORADOS POR MARIA PEREZ UBIERA.

martes, 19 de mayo de 2009

ROMANCERO ESPAÑOL: ROMANCE DEL CONDE NIÑO DE OLIVARES.


El romance es un poema característico de la tradición literaria española, ibérica e hispanoamericana compuesto usando la combinación métrica homónima. No debe confundirse con el subgénero narrativo de igual denominación.

Se trata de un poema característico de la tradición oral, y se populariza en el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en romanceros. Los romances son generalmente poemas narrativos, con una gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Los romances se interpretan declamando, cantando o intercalando canto y declamación.

FUENTE: WIKIPEDIA.

Como ejemplo de romance he elegido uno de mis favoritos:

ROMANCE DEL CONDE NIÑO:

Conde Niño, por amores
es niño y pasó a la mar;
va a dar agua a su caballo
la mañana de San Juan.
Mientras el caballo bebe
él canta dulce cantar;
todas las aves del cielo
se paraban a escuchar;
caminante que camina
olvida su caminar,
navegante que navega
la nave vuelve hacia allá.

La reina estaba labrando,
la hija durmiendo está:
-Levantaos, Albaniña,
de vuestro dulce folgar,
sentiréis cantar hermoso
la sirenita del mar.
-No es la sirenita, madre,
la de tan bello cantar,
si no es el Conde Niño
que por mí quiere finar.
¡Quién le pudiese valer
en su tan triste penar!
-Si por tus amores pena,
¡oh, malhaya su cantar!,
y porque nunca los goce
yo le mandaré matar.
-Si le manda matar, madre
juntos nos han de enterrar.

Él murió a la media noche,
ella a los gallos cantar;
a ella como hija de reyes
la entierran en el altar,
a él como hijo de conde
unos pasos más atrás.
De ella nació un rosal blanco,
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro,
los dos se van a juntar;
las ramitas que se alcanzan
fuertes abrazos se dan,
y las que no se alcanzaban
no dejan de suspirar.

La reina, llena de envidia,
ambos los mandó cortar;
el galán que los cortaba
no cesaba de llorar;
della naciera una garza,
dél un fuerte gavilán
juntos vuelan por el cielo,
juntos vuelan a la par.


ROMANCERO ANÓNIMO, HASTA EL SIGLO XV.

lunes, 18 de mayo de 2009

LA TREGUA, de Mario Benedetti.


Hoy, me he despertado con la triste noticia de la muerte de Mario Benedetti. Otro de esos imprescindibles de la literatura en lengua castellana.


Es curioso porque conozco la existencia de este gran autor desde hace muchos años, lo había estudiado en las clases teóricas de literatura, pero nunca, hasta este verano, había leído nada suyo, salvo algún que otro poema suelto. Y, hace unos meses, repetí una operación que es muy habitual en mi, me acerqué a una estantería de mi cuarto, seleccioné uno de los muchos libros cuya lectura, tengo pendiente y me sumergí en el mundo de Martín Santomé, el protagonista de esa obra maravillosa: "La tregua".

Se trata de una novela corta, de lenguaje sencillo, que llega directamente al corazón, sin necesidad de que su autor se deje llevar por sensiblerías baratas y facilonas. Es una obra dura, realista, y cruel. La tregua duele, pero engancha.
Logra que te emociones, que creas en la posibilidad real de agarrar la felicidad con los dedos, a cualquier edad, en el momento en que menos lo esperas, cuando puede que, incluso, hayas renunciado a ella por creerla imposible.

"La tregua" abre la puerta a la esperanza, pero quiero advertir a quienes se decidan a leer esta novela que, pese a ello, nunca hemos de olvidar su título y tener presente que la vida suele estar plagada de pequeñas treguas que no son más que éso, efímeras vías de escape, que nos ayudan a tomar impulso para lo que nos depara el devenir.

Recomiendo, sin lugar a dudas, la lectura de esta obra, a la que me atrevería a calificar de obra maestra, merecedora de la más alta nota que se pueda otorgar.
Es uno de esos casos en que estamos ante un escrito bueno y breve, pero que no es su brevedad lo que le hace doblemente bueno, sino la maestría y buen hacer de quién lo escribió.