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lunes, 14 de febrero de 2011

EL AGUIJÓN EN LA PALABRA

  A mediados de diciembre de 2009, una 'avezada' locutora de radio nos alertaba de que se acercaba una 'ola de frío', anunciando 'termómetros bajos' consecuencia ditrecta de la 'caída de los termómetros'.

  Y yo ¿qué os puedo decir al respecto? Es evidente que sobran las palabras. De todos modos, no quiero perder la oportunidad de poner en conocimiento de aquella pobre locutora, el hecho evidente de que las olas de frío no se deben a 'la caída de los termómetros', ni a 'la bajada (o subida) de los mismos'. En realidad lo que bajan y, si quieres, lo que caen son las temperaturas: los termómetros, si 'se caen', corren el riesgo de romperse y, digo más, el hecho de bajarlos o subirlos no influye nada en los cambios meteorológicos, ni siquiera en los de tipo térmico. Como mucho, al cambiar la ubicación del termómetro puede variar la temperatura concreta del nuevo lugar en que dicho termómetro se sitúe, con respecto de la temperatura del lugar en el que estuvo previamentre ubicado, teniendo en cuenta los distintos factores que influyen en dicho hecho: altura, 'bajura', altitud, latitud... Bueno ustedes me entienden, ¿verdad?. Pues creo que aquella locutora (pobre mujer, que mala estoy siendo con ella), también lo entiende perfectamente y es plenamente consciente del error que cometió a la hora de expresar una idea tan básica como que en invierno hace frío.