BLOG PERIODÍSTICO Y CULTURAL CENTRADO, FUNDAMENTALMENTE, EN LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS DE OPINIÓN SOBRE TEMAS DE ACTUALIDAD ELABORADOS POR MARIA PEREZ UBIERA.

lunes, 22 de abril de 2013

GENTE IRRESPONSABLE

No soporto a la gente irresponsable, nunca he soportado a la gente irresponsable y 'me temo' que NUNCA PODRÉ SOPORTAR A LA GENTE IRRESPONSABLE.

A lo largo de mi vida, me he encontrado con una gran colección de personas de este tipo: irresponsables laxos, medios, irresponsables agudos, crónicos, irresponsables irredentes, puede que, incluso, con algún que otro irresponsable con redención.

Afortunadamente, junto a estos seres carentes de sensatez, formalidad y consciencia, hay mucha gente que, lejos de parecérseles, está en las antípodas idiosincráticas de aquéllos y se preocupan por tener en orden sus vidas y sus actividades.

La cuestión es que, por muy cautos que sean quiénes tienen que vérselas con esta clase de individuos, de poco suelen servirles sus prevenciones, prudencia, sentido común y buen hacer, ya que estos tarambanas que andan por el mundo tienen la peculiar capacidad de fastidiar no sólo sus vidas sino también las de aquellos que tienen la desdicha de cruzarse en su camino.

'Ponga un imprudente en su vida' no es el tipo de consejo que yo les daría. Por contra, les recomiendo que, si detectan a alguno cerca de ustedes, metan la quinta directa, y corran en sentido opuesto al de la marcha del susodicho.

Aún así, y a fin de 'no crear alarma social' (permítanme esta licencia humorística) es evidente que, no todos los irresponsables que pueblan la faz de la tierra, van a toparse con todos y cada uno de los mortales que pueden presumir de no serlo tanto. Es más, puede que muchos de ustedes hayan tenido la fortuna de no tener demasiado cerca a ninguno de estos cantamañanas. Porque, en este asunto, como en todo, nuestras vidas van a verse más o menos afectadas, en función del tipo de relación que hayamos de mantener con personajes de esta catadura.

En principio, quienes sólo tengan que cruzarse por la calle con alguno de estos personajes, seguramente se verán libres de sus asfixiante influencia, otros los tendrán que sufrir más de cerca, en forma de vecinos irrespetuosos, incívicos..., cuyas consecuencias no suelen ir más allá de unas leves molestias, sean puntuales o reiterativas. Lo malo, lo temible, lo peor es encontrar que este tipo de personas están dentro de tu círculo más íntimo: amigos cercanos, familiares, colaboradores directos, compañeros de trabajo, estudios, piso... En ese caso, nos encontramos ante situaciones en las que lo más ocurrente que podemos decir es aquello de 'tierra trágame' y, aún debajo de tierra, no se tiene garantizado estar a salvo de ellos. Lo he vivido en primera persona y sólo he podido llegar a una conclusión:

ELLOS NUNCA VAN A CAMBIAR, por tanto, cuando tengamos cerca a alguno de estos especímenes, si podemos huir, huyamos. Y, si eso no fuera posible, sólo nos queda respirar hondo, saber imponerse a su ineptitud e informalidad y hacer acopio de fuerzas, para impedir que su especial capacidad de absorver la energía de quiénes les rodean acabe minando nuestra moral, crispándonos, enervándonos, frustándonos... Así, mientras no puedan librarse de su dañina influencia traten de poner en práctica algún método que noquee sus acciones. Dado que la vida en sí es demasiado complicada, no me parece oportuno tenerlos cerca y activos, pues eso sólo conlleva tener que cargar también con las complejidades añadidas por estos desbarajustadores de existencias ajenas.

En todo caso, ni siquiera permaneciendo en las antípodas físicas de cualquiera de éstos, nos garantizamos estar a salvo de sus actuaciones indeseables. La amplitud de su campo de acción es tal que, con uno solo que habite la Tierra, la humanidad entera puede ser víctima de sus acciones. No importa el grado de irreponsabilidad del sujeto en cuestión, ni la distancia kilométrica que nos separe de ellos y de sus actos pues las consecuencias de los mismos tienen la capacidad de salpicar aún permaneciendo al otro lado del globo. Debe ser consecuencia del EFECTO MARIPOSA, que también, en este ámbito, desajusta el equilibrio del Cosmos.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Con tant irresponsable suelto, adónde iremos a parar. Buen blog, escribes muy bien. Pásate por el mío: www.conviccionesdeunafecatolicablogspot.com

MARÍA PÉREZ UBIERA dijo...

Muchas gracias, Magdalena. Me agrada que te guste mi forma de escribir, ya que mi gran aspiración es la de ganarme la vida con la palabra, fundamentalmente la escrita. Quiero desarrollar mi actividad tanto en el ámbito del periodismo como de la ficción: novela, guión, poesía... Malos tiempos, lo sé, pero con empeño y trabajo duro todo es posible.

Sin duda me pasaré por tu blog.

Saludos.

Nieves dijo...

Buenos días María.

Haremos caso de tus sabios consejos... todos hemos tenido, tenemos y tendremos algún irresponsable en nuestras vidas, por eso no está mal tu advertencia... yo añado, paciencia y saber estar, no entrar en su juego.

Besines desde este hermoso rincón de la Vera con nombre de Jaraíz.