BLOG PERIODÍSTICO Y CULTURAL CENTRADO, FUNDAMENTALMENTE, EN LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS DE OPINIÓN SOBRE TEMAS DE ACTUALIDAD ELABORADOS POR MARIA PEREZ UBIERA.

sábado, 14 de abril de 2012

ESPAÑA ¿UN PAÍS DE MEDIOCRES?

Crecí oyendo, una y otra vez, que España no era más que un país de mediocres.

Supongo que no es necesario señalar que la imprecisión de la expresión permite hacer múltiples interpretaciones de la misma. Aún así, y por muy obvio que pueda parecer, quiero comenzar apuntando que estoy más o menos de acuerdo con algunas de las teorías que hay detrás de esta afirmación, pero me niego a aceptar otras, por muy extendidas que estén en nuestro ideario patrio.

Para algunos defensores de esta 'sentencia', no hay ningún españolito que no sea un mediocre de pura cepa, es decir, un tipejo de calidad media, tirando a malo, razón por la cual (según ellos) a España le iba como le iba...

Esta teoría comenzó a tambalearse cuando a España "le empezó a ir bien" o, al menos, parecía "irle bien". ¿Se acuerdad ustedes?. En aquel momento, muchos detractores de la 'españolidad' comenzaron a defenderla fervorosamente, autoconvencidos de que ser español era 'LO MÁS'... ¡Qué tiempos!

Por otro lado, hay un sector de nuestra sociedad que considera que España no es un país en el que sólo haya mediocres sino que, por algún extraño misterio de nuestra idiosincrasia, en la llamada piel de torosólo los mediocres "tienen acceso" al triunfo.

Dicha afirmación se acerca algo más a mis teorías, aunque requiere tantas matizaciones que es imposible plasmarlas todas en el reducido espacio que me permito ocupar en mis artículos. Por ello,sin alargarme más en los planteamientos previos, trataré de ir directa al tema y explicar mi argumentario de la forma más clara y concisa que  me sea posible.

Sinceramente, no creo ni que España sea un país habitado sólo por mediocres (nacionales), ni un país en el que sólo los mediocres tienen posibilidad de triunfar y avanzar en la vida, alcanzando logros que, de facto, están muy por encima de sus capacidades. Pero, a nadie se le escapa que 'haberlos haylos' ylamentablemente, en abundacia.

Manejo varias hipótesis que pueden explicar este curioso fenómeno ibérico-hispano, fenómeno que estoy trantando como si fuese propio y exclusivo de España pero que, estoy convencida de que, en mayor o menor medida, se da también en muchos otros lugares del mundo... Estos 'vicios' suelen estar muy extendidos.

Pero lo que me importa ahora es centrarme en los datos que conozco de primera mano: EL MARAVILLOSO MILAGRO DEL ÉXITO DEL MEDIOCRE EN ESPAÑA, y las razones que podrían explicarlo.

Como digo, defiendo varias teorías que, lejos de ser excluyentes entre sí, son elementos complementarios que cohabitan y se yuxtaponen en nuestra cotidiana realidad social.  Llegando, incluso, a constatarse que  buena parte del éxito de nuestros  'triunfadores mediocres' no es fruto de un sólo hecho, sino de la unión de varios de ellos.

Así pues, una de las razones por las que nuestros queridos mediocres escalan posiciones en el ámbito social y  profesional, es consecuencia directa de un desmesurado esfuerzo con el que pretenden superar sus limitaciones (aquéllo del 'quod natura non dat...'). Ésto, en un primer acercamiento, puede parecer muy loable, y en cierta medida lo es, porque esos logros  suelen ser  una merecida recompensa al duro trabajo realizado para escapar del anodino destino que la genética les tenía preparado.

El problema surge cuando estos grises individuos, conocedores de su nada sobresaliente condición, se proponen alcanzar metas que están muy por encima de sus posibilidades. De modo que, después de agotados todos sus esfuerzos y exprimidos todos sus talentos, se ven 'obligados' a recurrir a técnicas poco o nada meritorias. Estas técnicas son de muy diversa índole aunque, en mi opinión, guardan bastante relación entre sí, hasta el punto de que la mayor parte de los trepa-mediocres suelen utilizar una combinación de ellas, en pro de la consecución de sus objetivos.

Entre ellas quiero destacar una a la  que voy a llamar 'el factor peloteo', sobre el que no veo la necesidad de dar demasiadas explicaciones, ya que ustedes saben perfectamente a qué me estoy refiriendo. Por otro lado, querría mencionar lo que yo llamo 'el factor pisoteo' o, directamente, 'factor apisonadora' y, para concluir hablaré de los factores que he denominado 'factor miedo' (íntimamente ligado a la mediocridad) y 'factor enchufismo'.

¿Quién no conoce algún caso de gente con un alto grado de ineptitud, impericia e incapacidad que, a base de arrastrarse y perder buena parte de su orgullo y dignidad, logra hacerse con puestos que, con independencia de la importancia y relevancia de los mismos, estarían demasiado lejos de su alcance,  teniendo en cuenta su natural condición de inútiles declarados? A algunos 'dorar la píldora' es lo único que se les da bien.

Junto al  'factor peloteo' tenenos 'el factor pisoteo' que, en muchas ocasiones, se da en un mismo individuo, yendo indisolublemente unido al primero. Este factor consiste, esencialmente, en menospreciar al posible rival con medios arteros y ruínes, tratando de hundir a los otros con artimañanas despreciables, a fin de dejarles fuera de combate, ya que son conscientes de que están rodeados de aspirantes con mucha más valía que ellos y, en una pugna justa, nunca tendrían opciones de salir victoriosos.

Aquí llegamos al tercer factor, el que he llamado 'factor miedo'. Como vemos, también guarda mucha relación con el anterior y, en realidad, forma parte del mismo; sólo que ahora quiero destacar una vertiente muy concreta centrándome no tanto en el miedo entre iguales, que es el que he reseñado al describir el factor pisoteo, como en el miedo de los 'jefes'  a ser superados por subordinados que están muy por encima de su mediocridad.

Se habrán dado cuenta de que estamos ante uno de esos sujetos mediocres que ocupan un puesto directivo, al que han llegado sin merecerlo. De modo que, siendo conscientes de ello, cuando se encuentran con algún subordinado que les supera en brillantez y capacidad, se dedican a hacerle el vacío, potenciando a los muchos inútiles que tienen a su alrededor, puesto que si dejan crecer al que más vale, corren el riesgo de  verse superados por éste, en nada que se descuiden.

No quiero terminar este artículo sin hacer referencia al 'factor enchufismo', sobre el que tampoco es necesario extenderse demasiado, aunque quiero apuntar  que, si bien es cierto que todos estos factores pueden darse tanto en el sector privado como en el público, el factor enchufismo (del que la empresa privada tampoco se ve libre) destacade forma manifiesta, en el sector público o, para ser más exactos, en el sector político, es decir en el núcleo de los partidos politicos y los favoritismos que se hacen unos afiliados a otros. Consiste básicamente en aquello de:

"Hoy, que eres alcalde, 'me contratas' (a dedo) a la niña, que es medio tonta y la echan de todos los trabajos, si tiene la suerte de encontrar alguno.  Así, yo que soy miembro de la dirección del partido, en no sé qué sitio, cuando pierdas las elecciones por inepto, sátrapa y tirano, apoyo tu nombramiento como director gerente de la Institucion Ferial de E..... (no sé qué Comunidad Autónoma)"....

Ven claramente por dónde quiero ir ¿verdad?, y supongo que estarán de acuerdo conmigo en que estos cuatro factores potenciadores de gente inútil, inepta, mediocre, gris, anodina... están 'a la orden del día', donde quiera que miremos: sector publico, privado, administración local, autonómica, central, emporio de la moda o empresa lider en la mantanza del cerdo ibérico...

¿Significa ésto que en nuestro país sólo los ineptos triunfan o tienen la posibilad de hacerlo? En mi opinión, como ya apunté antes, la respuesta es NO. La cuestión se centra, más bien, en el hecho objetivo de que hay demasiados ineptos a los que la vida les ha sonreído más de lo que merecenSin embargo, cuando hay alguien que vale de verdad, que  tiene múltiples talentos y capacidades, antes o después va a encontrar su lugar en el mundo, y acabará obteniendo su recompensa. Los líderes con pies de barro, suelen hundirse en sus propios lodazales.

De hecho, podría nombrar a centenares de personas, inteligentes y capacitadas, que han recibido la justa recompensa a su valía y, lógicamente, a su esfuerzo porque, por mucho talento que se tenga, si éste no va acompañado del necesario trabajo y dedicación es difícil alcanzar las metas a las que se puede aspirar en función del potencial de cada cual.

Y, para los lectores más puntillosos, no quiero terminar este relato sin hacer referencia a otro factor que  estarán echando de menos, me refiero al 'factor suerte', sin el cual, ni mediocres ni magníficos pueden hacer mucho en la vidaAunque, llegados a este punto, querría hacer una matización, puesto que el cariz de la suerte no es igual cuando nos encontramos ante gente inepta, simple, mediocre, que cuando estamos ante gente capacitada, excelsa, sobresaliente.

La SUERTE es lo que acompaña a la gente que triunfa porque tiene verdadero talentoLo que acompaña a los mediocres se llama POTRA. Y no es lo mismo..., no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy agudo el artículo. Enhorabuena.

MARÍA PÉREZ UBIERA dijo...

Gracias.